Zoom, la plataforma de videoconferencias de renombre mundial, actualizó recientemente sus términos del servicio, lo que suscitó preocupación y debate tanto entre los usuarios como entre los expertos en privacidad.
A primera vista, las modificaciones dejaban entrever una perspectiva inquietante: que Zoom podría utilizar la inteligencia artificial (IA) para analizar audio, movimientos faciales e incluso conversaciones privadas sin ningún tipo de restricciones.
Las modificaciones de los términos del servicio de Zoom provocaron inmediatamente una oleada de reacciones negativas, sobre todo porque en un principio parecía que no era posible excluirse voluntariamente de este uso de los datos.
Las reacciones fueron tan potentes que Zoom se vio en la obligación de responder. En una entrada de blog, la empresa aclaró que no utilizaría contenidos de audio, vídeo o chat para el entrenamiento de modelos de IA sin obtener el consentimiento explícito del cliente.
Zoom puede recoger dos categorías de datos distintas:
Zoom ha dejado claro que puede utilizar las videollamadas y las transcripciones de los chats para el entrenamiento de la IA, pero solo si se obtiene el consentimiento del usuario.
Si el anfitrión de una reunión acepta compartir los datos, se entiende que todos los participantes también estarían obligados a compartir sus datos si permanecen en la convocatoria, lo que podría plantear problemas de privacidad importantes.
Para quienes defienden la privacidad, la amplitud de los términos del servicio de Zoom plantea dudas. Temen que la empresa pueda tener previsto realizar varios proyectos de IA que van más allá de los objetivos declarados públicamente y que se conocen a partir de los resúmenes de las reuniones. Dado que el mundo depende cada vez más de la comunicación virtual, la claridad y la transparencia de estos términos han adquirido un carácter fundamental.
En marzo de 2023, Zoom modificó sus términos del servicio para proporcionar claridad sobre la propiedad de los contenidos en toda la plataforma. A continuación te mostramos un resumen:
Incluso con la aclaración de Zoom, los expertos en privacidad siguen advirtiendo de que los términos actualizados no impiden necesariamente que la empresa utilice los datos de los clientes para el entrenamiento de la IA. La vaguedad de los términos sigue siendo alarmante y suscita dudas sobre el alcance del uso de los datos y la protección de la privacidad durante las reuniones virtuales.
Los recientes cambios de Zoom en sus términos del servicio han abierto una caja de Pandora de preocupaciones, preguntas y debates constantes sobre la privacidad.
Aunque la empresa ha intentado proporcionar aclaraciones, sigue habiendo ambigüedades, lo que pone de manifiesto la tensión siempre presente entre el avance tecnológico y la privacidad del usuario.
La situación pone de relieve la importancia de que haya una comunicación clara y de que se proteja la privacidad con contundencia, sobre todo en una época en la que nuestra vida virtual se está volviendo tan esencial como la física. Queda por ver cómo Zoom seguirá navegando por este complejo panorama, aunque una cosa está clara: la conversación en torno a la privacidad, el consentimiento y el entrenamiento de la IA está lejos de terminar.